domingo, 7 de septiembre de 2008

Penultima semana

Gibbs quedo desconcertado

Jack: Rápido!

Gibbs le paso entonces su petaca y Jack quien sostenía la cabeza de Lizzie para mantenerla inclinada, con su mano aproximo el ron a su nariz. Repentinamente ella reacciono y se giro bruscamente para botar el agua que habia tragado, apenas vio a Jack sonrió levemente

Lizzie: Así fue como nos conocimos- dijo avergonzada

Jack solo sonrió y la ayudo a pararse. Ella al ver a su alrededor, todos mojados; se preguntaba que había sucedido y apenas vio hacia el mar notó que solo estaba el Perla flotando en el.

Lizzie: Jack?- dijo mientras caminaban hacia su cabina- que paso?

Jack: Todo termino

Solo esas palabras bastaron para que Lizzie comprendiera que ya no debía cuidar el cofre nunca mas, porque ahora le pertenecía a Natibel, quien enfrentaría el destino que ella mantuvo por diez largos años, esperar. Mientras que Will tendría mucho trabajo que hacer con todas las almas que murieron en esa pelea, incluido Lord Spencer, además de tener el mismo objetivo con una persona diferente, reunirse con su amada. De cierto modo Lizzie estaba conforme y feliz por el, y por ella. Ambos consiguieron lo que el destino ordeno.

Jack la dejo recostada para que descansara y salió a cubierta donde lo esperaba Gibbs, quien le contó todo lo que había sucedido o parte de lo que el presencio. Jack se dirigió al timón, con Gibbs siguiéndolo sin apenas respirar por el énfasis de su relato

Gibbs: Luego de que la Luz encegueciera a todos, nos dimos cuenta de que Lord Spencer había caído por la escalera, al llegar al piso su espada que sorprendentemente lo atravesó le dio la muerte. Luego se escucho un gran estruendo y el Holandés Errante se sumergió con todos abordo, excepto Natibel y Pamela quienes misteriosamente estaban en un bote dirigiéndose lejos de allí… eso es lo que vi mientras trataba de liberarme de la corriente…

Jack muy molesto: YA BASTA!

Gibbs enseguida se silenció, sabia que era lo que le pasaba a su Capitán.

Jack ordeno a Cotton traerle ron, mientras el dirigía el Perla, sin aun determinar su destino, giraba el timón hacia un lado y luego al otro, quedando en el mismo sitio, sus manos no se desprendían de este mientras mantenía su mirada fija, casi sin pestañar.

Gibbs: solo hágalo

Jack entonces le dirigió la mirada

Gibbs: no dude mas o la perderá, el tiempo corre.

Jack observó que había anochecido, le paso el timón a Gibbs sin pensarlo dos veces, estaba completamente decidido.

En la cabina, Lizzie no estaba recostada sino junto al escritorio inmersa en lo que hacia, levantó levemente la cabeza al notar que la brújula de Jack estaba abierta, solo se acercó y rápidamente se movió en dirección a la puerta, miro pero no había nada a excepción de la comida que le habían llevado.

Lizzie: como siempre no funciona- dijo justificándose, sabiendo que no era así. Otra vez tuvo que detenerse en lo que hacia al escuchar la puerta y los pasos, se paso rápidamente la mano por sus ojos y se giro lentamente, sabia que era Jack.

Lizzie: Jack, y Pamela?

Jack: esta con Natibel en la isla

Lizzie: pero…?

Jack: fue su elección

Lizzie se quedo tranquila al saber que Pamela había sobrevivido y que aunque no se encontraba precisamente en el paraíso, tendría un mejor pasar ahí con Natibel, que en Port Royal como antes. Sin duda se harían compañía.

Lizzie: donde nos dirigimos?

Jack: devuelta a tu hogar

Lizzie: y que lugar seria ese? Mi hogar esta aquí contigo- dijo acercándosele.

Jack: Querida…- alejándose de ella- no quiero necesitarte, porque no puedo tenerte

Lizzie: sino apuestas, no puedes perder. Apuesto a ti Jack- dijo acercándose mas

Jack: no me importa perder si eres tu quien me gana- dijo tomándola por la cintura

Lizzie: Apuesto a que sino te pido que seas mió me arrepentiré el resto de mi vida, porque se en los mas profundo de mi ser que estas hecho para mi

Jack: Apostaste a mi, y me hiciste un buen hombre

Sin decir mas, las palabras sobraban, entonces ambos se abalanzaron y con desesperación se buscaron como si fuese la ultima vez que sus manos tuviesen tacto, como si fuese la ultima vez en que sus bocas tuviesen el gusto de un beso, como si fuese la ultima vez en que pudieran amarse. La pasión que se guardaron todo ese tiempo se compenetraba íntimamente, convirtiéndose en una sola, el hermetismo de sus labios no daba paso a palabras que tan como aquella pasión querían brotar y consolidarse, para sentir paz y consuelo, pero no era el momento de expresar eso, cuando la piel húmeda y todos los sentidos se centraban en el acto de amor mas hermoso y gratificante que existe.

Descansaban abrazados inmersos en sus propios miedos, esta vez las palabras hacían falta para quebrar el silencio que incomodaba.

Jack: que extraño es el mundo…

Lizzie lo miro extrañada: porque lo dices?

Jack: te encontré solo para volver a perderte- girándose para verlo a los ojos

Lizzie: tienes miedo- afirmándolo

Jack no quería que se le notase, el sentimiento que tenia, a pesar de que ella ya lo había descubierto, desvió su mirada de la de ella.

Jack: no se a quien odio más, si a ti por crear este sentimiento, o a mi por necesitarte tanto…

Lizzie: eso no importa, lo que si, es que ahora soy feliz porque te quiero- dijo acariciándole su mejilla

Jack: no tienes miedo?

Lizzie: a no estar contigo

Jack: eso jamás pasara- dijo mientras besaba su frente lentamente. Se abrazaron fuertemente, ella apoyada en el pecho de Jack sintiéndole su corazón, mientras el acariciaba y desenredaba cuidadosamente el cabello de Lizzie. El cansancio los venció y termino por consumir todo el calor y amor que se vivió ahí esa noche

Al despertar de un sueño reponedor, Jack siente un peso en su brazo derecho y era la cabeza de Lizzie que dormía en el, con su mano izquierda el acaricio su mejilla y su pelo, con mucha precaución saco su brazo debajo de ella, su cabeza de Lizzie cayó desplomada, le pareció inusual, se acerco a su rostro, sus labios tocaron los de ella, fue entonces que un presentimiento aterrador lo envolvió, al sentir el frió de sus labios y la respiración que le faltaba; fue cuando una fuerza exploto en su interior, las palabras que esa noche había guardado y las que eran su objetivo de decírselas a Lizzie no pudieron ser pronunciadas. Jack se sentía aturdido, mareado y una parte muy grande de él había muerto.

Jack con sus ojos húmedos y cristalinos: Te amo, Elizabeth- besó sus labios inertes y fríos de su querida amada y pequeña traidora. La levanto para abrazarla, incrédulo en que ella ya no despertaría jamás.

El brazo de ella cayó por el borde y soltó un papel.

Jack lo tomo curioso e intrigado, era una carta, las ultimas palabras que ella había dejado para él

Jack, cariño mió:

Desde que se que dejare este mundo, he recibido con ansias cada mañana, y con más ansias los atardeceres, he respirado y vivido todo lo que no me permitía antes.

Lloré demasiado esta tarde, porque me di cuenta que te amo, y la perdida a la que me enfrentaría, aquella que se ha visto enriquecida por ti.

Ambos cometimos el error del síndrome del fin del mundo, decir te amo cuando es demasiado tarde. Acéptalo sabias mejor que yo que si me decías aquellas hermosas palabras, no me salvarían de este desenlace inevitable, porque el amor que me robaron no fue tan solo el de una persona sino de muchas, incluido tu. Ni todo el amor del mundo podría curarme, ni siquiera el tuyo, pero no tengas miedo, estoy a tu lado, ahora soy parte del mar que tanto amas y el no puede cobrarse de mi vida. De verdad ¿No me sientes?, quizás no en tus ojos, quizás no en tu mente,… sabes que aquel lugar no tiene límite. Lo se, porque cada ves que te tocaba sentía el calor, sin saber donde exactamente.

Lo que teníamos que hacer ya lo hemos hecho, créeme, lo hemos hecho para siempre ¿Quién podría borrar ese momento? No hay un final ¿No lo ves?...

Como me gustaría que esto no haya ocurrido, no soy tan fuerte como tú crees porque he comenzado a llorar nuevamente, pero no por tristeza, lloro porque el destino me permitió el gozo de encontrarte antes de partir. Tan solo quisiera sentir nuevamente el sabor de tus labios, el calor de tu cuerpo y el abrigo de tus brazos.

Agradezco que me enseñaras amar, a respirar, a vivir y a gozar de esas ultimas sensaciones de libertad.

Si te hace feliz, no dudes ni un segundo en olvidarte de esta mujer, que ahora con todo el amor de su alma y sin arrepentimiento dice:

Hasta Pronto

Elizabeth

1 comentario:

Anónimo dijo...

ohhhh!!!!

qué bonita historia!!!

pero triste...

meencantan las gistorias románticas entre Jack y Lizzie!!

lo que daría por que eso pasara en la película...

pásate por mi blog (Entre Piratas y Galaxias) a veces pongo cosas de Piratas del Caribe!!

me encanta como escribes!!!